aceptar a personas que simplemente ven las cosas de forma diferente a la nuestra y trabajar con ellas (ver Romanos 15:7; comparar con 14:1–13). Sin embargo, no todos los conflictos son neutros o beneficiosos. La Biblia enseña que muchos desacuerdos son el resultado directo de nuestras actitudes y comportamientos pecaminosos. Como nos dice Santiago 4:1, 2: “¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Desean algo
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